O lo que es casi peor, descartan la libertad creativa que ofrece ser independientes y tratan de emular los productos de Hollywood, y los géneros, que es tal vez el elemento más triste. Y sus desventajas: muchas personas que no son cineastas producen miles de trabajos de muy baja calidad. Pues el llamado microcinema tiene una gran ventaja: cualquiera puede hacerlo. ¿Qué características tiene ese circuito? ❼uáles vendrían a ser sus virtudes y cuáles sus espejismos?
que puedes integrarte a un circuito paralelo al gran mercado, llámesele microcinema o de otra manera. Por otro lado, haber crecido en Cuba es un gran entrenamiento para vivir en este país si decides ignorar la sociedad de consumo. También los premios monetarios de Red Cockroaches ( Cucarachas rojas, 2004) han ayudado, y ahora la distribución. Es dinero fácil que puedes hacer en un par de horas y no compromete mis verdaderos trabajos.
#Definicion de efectos sonoros free
Por ejemplo, yo hago trabajos de cámara como free lance en documentales, o informacionales. ❼ómo has logrado sobrevivir sin dejar de filmar? ❼ómo te las arreglas sin acogerte a canales financieros estables, o sea, sin hacer concesiones? La producción del tipo de cine que haces suele ser compleja y difícil. Pero, por ejemplo, en Memorias del desarrollo ya no estoy solo: tenemos un asistente de producción y un sonidista. No es solo por el hecho de tener control total, sino por el placer de hacerlo, de construir artesanalmente. No lo encuentro solitario, porque lo he hecho así desde el comienzo. ¿No es demasiado solitario tu método de trabajo? ¿Por qué esa obsesión por hacerlo todo por ti mismo? Perteneces a una generación de realizadores cubanos que, gracias a las nuevas herramientas tecnológicas de registro, se van haciendo independientes de los oficios y tareas conjuntas que implicaba la obra fílmica. La fertilidad distópica, la imposibilidad de cualquier aproximación cándida al hombre y su circunstancia, la búsqueda de la inocencia, incluso perceptual, alimentan esas películas de atmósfera y tesis que ha realizado hasta ahora, como las nutre un cuestionamiento rabioso al cine como institución. En sus obras, el desencanto como espíritu de época encuentra una expresión única dentro del audiovisual cubano. Su cine ha evolucionado bastante desde que el cinismo de Clase Z tropical o la amargura de Buena onda nos tomaran por sorpresa. De ahí la aparente alienación de su carácter, del cual su cine es una extensión, visible ya en aquellos días de Camagüey. Su contumacia se fundamentaba antes y todavía en la fidelidad a un tipo de cine, a una clase de mirada muy individual, a una forma de enfrentarse a la realidad y su trasunto artístico, apegándose a formas de interpretación y análisis nada semejantes a las de este grupo, y menos a las corrientes vigentes en los discursos maestros del cine cubano. Y él como si nada, con una cámara minúscula paseándose de aquí para allá, registrándolo todo.Įn este tiempo, Coyula ha demostrado ser el más contumaz de aquellos nuevos realizadores cuyos nombres empezaban a hacerse conocidos a inicios de esta década. Había apuro por ponerse más o menos de acuerdo. Nuestra ansiedad por conspirar otros derroteros para el cine cubano devoraba horas de debate, proyecciones y tragos. Por entonces, nos reuníamos en Camagüey un puñado de desconocidos que en lo adelante nos veríamos las caras una vez y otra en cuanta muestra o festival del "audiovisual joven" se hiciese. Conocí a Miguel Coyula hace media década.
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